Ya sea que surjan del sistema de información de la empresa, las redes sociales o los objetos conectados, los datos son el recurso preciado de la economía digital. La proliferación de estos datos y su uso, comúnmente conocidos como “big data”, ofrecen un potencial sin igual para ser fuentes de valor para las empresas y sus clientes. Han surgido nuevos tipos de trabajos, como científicos de datos y directores de datos. Estos son expertos encargados de implementar las arquitecturas e infraestructuras necesarias, recopilar datos, procesarlos y convertirlos en información utilizable a través de nuevas técnicas de indexación. Los grandes datos se han vuelto aún más importantes cuando se combinan con la inteligencia artificial. Los algoritmos de aprendizaje automático y aprendizaje profundo son particularmente capaces de optimizar su procesamiento a medida que avanzan, ofreciendo nuevas opciones para la extracción de datos y la toma de decisiones. Más allá de eso, la IA se está convirtiendo cada vez más en una parte de nuestra vida cotidiana, revolucionando numerosos campos como el transporte, la medicina, las telecomunicaciones, la industria, el comercio y más.