Cambiar, innovar, avanzar: la búsqueda de rendimiento, ya sea que signifique reducir costos, mejorar la calidad o acelerar la entrega, a menudo implica una mejora continua o un enfoque de gestión ajustada. Involucrarse en este enfoque, con el fin de abordar plenamente las preocupaciones de los empleados, sociales y ambientales, ahora es fundamental en un mundo complejo y competitivo. El objetivo de la mejora continua es aumentar la calidad y hacer que dure, al mismo tiempo que se garantiza la seguridad de las personas y la propiedad. Esto se debe a que la innovación y el cambio no se tratan solo de tecnología, sino que también abarcan factores humanos y organizacionales. Los métodos de gestión Lean pueden ayudar a respaldar y facilitar los avances que se realizan dentro de una empresa y a superar la resistencia y el estancamiento. Requieren un compromiso a largo plazo, ya que los planes futuros solo tendrán éxito si los recursos necesarios se ponen en marcha hoy en el proceso de mejora continua. Para asegurar estos esfuerzos se utilizan procesos certificados como el estándar ISO 9001 y el método Lean Six Sigma®.