En un mundo en constante cambio, es fundamental preservar lo que hace que una empresa sea única mientras aprovecha nuevas oportunidades de crecimiento. Construir y desplegar una estrategia corporativa, definir planes de acción y llevarlos a cabo, y mejorar la posición competitiva son necesarios pero no suficientes para garantizar la continuidad del negocio, prevenir y gestionar riesgos o trazar un camino hacia el éxito a largo plazo. Los ejecutivos corporativos ahora deben hacer malabarismos con una variedad de enfoques organizacionales, financieros y técnicos, teniendo en cuenta los problemas sociales y ambientales emergentes. Anticiparse e innovar en tecnología digital también es fundamental para crear valor y crecer. Las empresas se enfrentan a la llegada de recién llegados innovadores con alcance nacional e internacional. Tienen todas las razones para hacer que sus transiciones digitales sean exitosas, particularmente al actualizar sus procesos y métodos organizacionales al mismo tiempo que optimizan sus modelos comerciales.