Los componentes que conforman las comunicaciones corporativas están más intrínsecamente vinculados que nunca. Tanto la comunicación externa como la interna forman parte de una misma estrategia integral multicanal. Ahora deben incorporar todos los medios, tanto tradicionales como emergentes, impresos y digitales, en un marco de comunicación coherente y unificado. Como resultado, los trabajos de comunicación ahora exigen más habilidades y experiencia de quienes ocupan dichos puestos. Además de la competencia en diferentes técnicas de escritura, también es importante liderar una comunidad en las redes sociales, mejorar la clasificación de su sitio web en los motores de búsqueda, administrar su reputación electrónica y mejorar su visibilidad en línea, entre otras cosas. Las empresas deben adaptar constantemente su estrategia de comunicación a las decisiones y orientaciones marcadas por la dirección y vincularla a la estrategia de marketing, manteniendo políticas sólidas y un seguimiento imprescindible en un entorno marcado por la innovación constante en la comunicación digital.